A medida que crece la demanda de infraestructura de carga, va creciendo la disponibilidad de cargadores eléctricos públicos en España. Según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), en el primer trimestre de 2024 había casi un 40 % más de puntos de recarga públicos operativos que en el primer trimestre de 2023. Según El Periódico de la Energía, en enero de 2024 las ventas de coches eléctricos crecieron cuatro puntos por encima del total general, y los eléctricos, junto con los híbridos enchufables, supusieron el 11,6 % del total de matriculaciones, siendo los híbridos enchufables los más demandados. Las estaciones de carga públicas son, por tanto, más necesarias que nunca. Pero ¿cómo funcionan?

Profundicemos en el funcionamiento de los cargadores públicos de coches eléctricos y el pago de las recargas.

Según el II Anuario de Movilidad Eléctrica de AEDIVE (2023), en España el 69,6 % de los usuarios de vehículos eléctricos los recarga en casa con un cargador instalado a tal efecto. Sin embargo, cuando estás de viaje o te hace falta recargar durante el día, necesitarás encontrar una estación o punto de recarga público. Según el mencionado anuario de AEDIVE, un 11,3 % adicional de usuarios de vehículos eléctricos recarga en el trabajo; un 14,2 % en puntos de recarga de oportunidad, como centros comerciales y puntos públicos, y una minoría en estaciones de carga rápida.

Encontrarás puntos de recarga públicos en gasolineras, supermercados y una variedad de instalaciones de ocio. Además, a medida que aumenta la demanda de infraestructura, también lo hace la cantidad de estaciones de recarga públicas. Hay varios tipos de puntos de recarga públicos para elegir, dependiendo de dónde se vaya a cargar y del vehículo.

Si bien es cierto que en España todavía se necesitan muchas más estaciones de carga con opciones de recarga rápida y ultrarrápida, también lo es que los puntos de recarga ultrarrápida crecieron un 60 % en los primeros nueve meses de 2023, según el Anuario de AEDIVE. Su uso también ha crecido, aunque siga ganando la recarga doméstica. El rango de potencias de dichos puntos de recarga rápida es de ⩽50 kWh y >250 kWh respectivamente. Cuantos más kWh, mayor será la velocidad de recarga del coche.

Por ejemplo, el BYD ATTO 3 tiene una capacidad de carga de 88 kW CC. Eso significa que podrías utilizar un cargador rápido para cargarlo cómodamente del 30 % al 80 % en 30 minutos.

También deberás tener en cuenta el conector del punto de carga. Algunos cargadores son libres —no tienen cable, por lo que deberás llevar el tuyo— y otros sí lo tienen. Las estaciones de recarga sin cable dan más flexibilidad porque se adaptan a la recarga de más tipos de vehículos. En el manual de tu coche podrás comprobar con qué tipo de cargador es compatible; así sabrás a tiempo si necesitas llevar tu propio cable.

Una vez que hayas ubicado el cargador público que necesitas, solo necesitas saber usarlo. El siguiente paso es fácil: enchufar el coche. Como hemos dicho, si la toma no incluye cable, deberás enchufar el tuyo, primero al cargador y luego al coche, como en casa.

Si el punto de carga sí tiene cables, probablemente tenga más de un conector. Selecciona el adecuado para tu coche y enchúfalo. Los cargadores rápidos que verás con más frecuencia en las estaciones de carga tendrán conectores CCS, Tipo 2 o CHAdeMO.

Con esos tres se puede cargar la mayoría de las marcas de coche eléctrico en un punto de carga. Eso sí, si el cable no encaja, no lo fuerces.

El puerto de carga del coche eléctrico suele estar ubicado en la misma zona que el tapón del depósito de combustible de un coche tradicional, aunque en algunos coches eléctricos está en la parte delantera, debajo del emblema del modelo.

1. Conecta el coche a la estación de carga con un cable y conector adecuado para él.
2. Con tu tarjeta RFID, aplicación móvil o tarjeta de crédito o débito (más información dentro de un momento), activa la sesión de carga pública.
3. Comprueba que las luces LED del cargador parpadeen o mira tu aplicación o el cuadro de mandos para comprobar que el coche se esté cargando.
4. Cuando haya alcanzado la carga deseada, cierra la sesión con tu aplicación móvil, tarjeta RFID o tarjeta de crédito o débito.

Veámoslo en más detalle. Una vez que el coche está conectado al punto de carga, tienes que iniciar o activar la sesión de carga. La forma de hacerlo varía de una estación a otra. Para autenticar la sesión, probablemente necesites una tarjeta o llavero RFID o bien una aplicación móvil o una tarjeta de crédito o débito. Luego hablaremos de ellas.

Una vez que el punto de carga haya verificado tu identidad, comenzará la sesión. Sabrás que ha comenzado por la pantalla del cargador, normalmente cuando veas parpadear las luces led. Podrás seguir la evolución de la carga en el cuadro de mandos del coche o en la aplicación de recarga que hayas instalado en el móvil. Es posible que necesites la aplicación específica del gestor del punto de recarga en cuestión. Para completar la carga y finalizar la sesión, selecciona «terminar carga» (o algo parecido) en la app o acerca tu tarjeta RFID o tarjeta de crédito o debito al lector del cargador.

El pago de la recarga en una estación de recarga pública se realiza en modalidad de autoservicio. Al repostar en una gasolinera tradicional, normalmente podemos pagar en efectivo o con tarjeta; sin embargo, los cargadores eléctricos públicos raramente aceptan pagos en efectivo. Hay dos opciones de pago principales:

Pago con tarjeta o llavero RFID

La tarjeta o llavero RFID es un sistema de identificación por radiofrecuencia que te dará acceso a una amplia red de estaciones de carga en todo el país. Si tienes cuenta con un operador de puntos de carga específico o con un proveedor de servicios de movilidad eléctrica, te habrán enviado una tarjeta o llavero RFID. Solo tendrás que acercarlo al lector de un punto de carga compatible, igual que con una tarjeta de crédito o débito.

Existe una opción de pago mensual a través de una subscripción que facilita llevar cuenta de los gastos de recarga. Dependiendo del proveedor, estas tarjetas pueden ofrecer otras ventajas añadidas, como el acceso a puntos de carga en toda Europa.

Pago a través de una aplicación móvil

Otra alternativa es descargar una aplicación móvil con la cual podrás empezar a usar el punto de carga seleccionado y recargar rápida y cómodamente. Hay mucho donde elegir, por ejemplo, PodPoint, BP Pulse, Electromaps, Charge Map y otras, cada una con sus ventajas y condiciones específicas.

Estas aplicaciones te ayudan a encontrar un punto de recarga en el momento en que surge la necesidad, lo cual resulta especialmente útil en los viajes largos. Podrás guardar tus estaciones de carga favoritas para luego ubicarlas sobre la marcha. Tienes la opción de pagar por uso, por hora o por subscripción mensual.

Además, a través de la aplicación podrás asociar el coche y el punto de carga al móvil, lo que te permitirá seguir el progreso de carga, incluso desde fuera del vehículo. Solo tendrás que acercar el móvil al lector del punto de carga para confirmar con la app el inicio de la sesión.

Encontrarás más información en nuestra guía sobre los costes de cargar un coche eléctrico.

La infraestructura de recarga mejora continuamente y el uso de tarjetas RFID y de aplicaciones móviles hace que hoy en día sea más fácil recargar el coche sobre la marcha. La mejora de estas tecnologías reducirá la ansiedad e incrementará la confianza de los usuarios para conducir distancias largas en vehículos eléctricos.

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